Campeon clausura 09 (H)

Porque Gastón Montoya sólo fue a buscar la pelota dentro del arco sólo 13 veces en todo el torneo.

Porque Otamendi y Domínguez se convirtieron en la mejor dupla central del campeonato, principalmente, por conseguir que el equipo mantuviera la valla invicta en diez partidos y se transformara en la menos vencida.

Porque Cubero, Papa y Zapata, con experiencia y oficio, señalaron el rumbo desde la experiencia.
Porque en el medio tuvo lucha, juego y versatilidad para pasar de un sistema a otro de acuerdo a la exigencias de cada rival o, incluso, para cambiar dentro de un mismo partido.

Porque tuvo la chispa del talento en Maxi Moralez, un enano que se hizo gigante en el momento exacto, y porque tuvo otro fenómeno fuera de planes que terminó ganándose un lugar entre los titulares como Cristaldo.
Porque en el urguayo Rodrigo López, a pesar de penal que desperdició en el inicio y el final del torneo, tuvo el goleador que le faltó a Huracán.
Porque, después de las muestras de carácter ante Colón, Racing y Lanús, finales anticipadas, también impuso su personalidad en el partido decisivo.

Porque tuvo un técnico, Ricardo Gareca, inteligente para convertir un gran plantel en un gran equipo; sereno para contagiar calma incluso en los momentos de mayor ansiedad y pragmático para jugársela con tres delanteros o también para sacar rapidito a un delantero recién ingresado para reforzar la resistencia con otro volante.
Por un gol, dos puntos y apenas una nariz en un final que ya está en la historia, Vélez. El campeón, el mejor.